martes, 19 de enero de 2016

Prisionero

He soñado con escapar. 
Lo he soñado demasiado...

Ponerle voz al viento. 
Dibujar una salida con los dedos 
y jugar a ser "fugado".
Y asomarme al ventanuco, 
tocar los marcos desconchados.

Sobre templada piedra duermo.
A veces sólo hago que duermo,  
y me abrazo a la congoja por no tener más remedio.
Y entre tanto desaliento, 
hasta cuando bostezo, las lágrimas piden paso.
No tienen miramientos.

Y si, sin querer queriendo, 
sueño que soy libre, 
sueño que soy sueño.  
Que soy halcón peregrino, que soy luz, que soy punteo.

Inevitablemente, me vence el sueño.

Pero despierto y, de nuevo, el desvelo.
Cuasi-oscuridad que me ha calado hasta los huesos,
y me deja rota, desmenuzada.
Macerada en polvo. Machacada en mortero.

Si mal no recuerdo,
he soñado con ser liberto,
con que la lluvia me moje, a su ritmo,
y ser aire,
sólo aire...


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