lunes, 18 de enero de 2016

Primeras Líneas

Primeras y muy esperadas... Pues hace ya largo tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de dejar mi rastro en alguna parte, además de en mis folios, repletos de tachones, anotaciones, sobados y resobados, rebosantes de palabrejas que, de cuando en cuando, toman vida. Humildemente comienzo con vosotros esta andadura, la cual comienzo con muchas ganas, a la que iré dando forma, a ratos bolígrafo en mano, a ratos dedos en el teclado, pues las musas, caprichosas, se presentan a su antojo. Debido al quehacer diario, y otras muchas causas que no alcanzo a enumerar (ni creo que puedan ser de interés) reconozco pesarosa haber dejado a un lado esta afición, que por ser afición, un día se convirtió en necesidad. La añoranza de la libertad que causa escupir palabras y, sin saber bien cómo, darles forma. Ese deseo ansioso de bajarse del mundo por un momento y dejar volar libre la imaginación. La frustración de leer y releer algo "y pico mil veces", arrugar el papel, y volver a empezar. La satisfacción de parir un párrafo, verso o simple chascarrillo. Tenerlo entre tus manos y pensar que es mío y sólo mío. Y la decisión de poder hacerlo de muchas más personas.

No voy a cortar la cinta inaugural con un bonito soneto, ni con una demasiada recurrida frase famosa de cualquier escritor, sino con uno de mis primeros poemas. No métrica, no rima, no reglas. Allá por el 2004 escribí La Pluma Negra, poema con el cuál gané un modesto concurso de pueblo, y del cuál me siento muy orgullosa. Haciendo referencia al actualmente muy utilizado en redes sociales "sin filtro", os lo muestro tal cuál, sin correcciones ni mejoras.

Comenzamos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario