Si tú me dices ven, lo dejo todo. Y si no… al menos…
Dime algo
bonito,
y paro el
mundo para que siempre sea de día.
Dime que, de
cuando en cuando,
el sonido de
mi risa hace eco en tu cabeza
y bambolea para
acabar colgado del cabecero de tu cama.
Dime que te
queman los recuerdos. Que te ahogas, que zozobras,
que no
quieres salvavidas ni oasis que no sean mis manos.
Dime que tu
mundo sigue siendo el mío,
y que giramos
en nuestro eje imaginario,
tal y como
dictan las leyes de la locura.
Dime boba,
paranoica, exagerada...
O dime que eres tú, o soy yo, que soy ropa vieja.
Que tan sólo
fui una historia más. Que soy “historia”.
Que me creo
confeti en una fiesta sin invitados.
Dime algo… y
paro el mundo…
Y me bajo.